El Ayuntamiento de Huesca tiene una Comparsa permanente de gigantes y cabezudos desde el año 1663, lo que la convierte en una de las más antiguas y mejor documentadas de Aragón. Su primera aparición se produjo, concretamente, en la procesión de San Lorenzo del 10 de agosto de 1663. En los siglos XVII y XVIII, la comparsa oscense estuvo formada, habitualmente, por 10 figuras: 4 gigantes, 4 figuras de menor tamaño y 2 caballitos. Entre los gigantes, alguno de las cuales portaba ya maza ceremonial, hubo desde el principio figuras femeninas.
Las más pequeñas recibieron distintos nombres: enanos, negros, caretas, carazas, desde mediados del siglo XVIII, cabezudos. En cuanto a su acompañamiento musical, contamos con noticias del siglo XVIII que hablan de gaita, que ha sido hasta hoy lo más frecuente (en fotografías antiguas se ve también a un gaitero junto a la comparsa), o de flauta y salterio.
La Comparsa acompañaba sobre todo las procesiones del Corpus y las de los dos patrones de Huesca, san Lorenzo y san Vicente, pero participaba también en otras fiestas, tanto religiosas como profanas, que se celebraban en la ciudad. Resulta difícil saber qué representaban originalmente, tanto en Huesca como en otros lugares, estas figuras. A finales del siglo XVIII, el canónigo oscense Vicente Novella decía ya, al hablar de su presencia encabezando la procesión del Corpus, que su significación era “misteriosa”.
La Comparsa actual está formada por once figuras: cuatro gigantes, cinco cabezudos y dos caballicos. Los dos gigantes masculinos representan a los reyes de Aragón Pedro I y Alfonso I el Batallador. Pedro I, tercer rey de Aragón (1094-1104), conquistó la Huesca musulmana en 1096 tras vencer en la batalla de Alcoraz. Alfonso I, cuarto rey de Aragón (1104-1134), conquistó la Zaragoza islámica en 1118 y está enterrado en la iglesia oscense de San Pedro el Viejo, junto a su hermano el rey Ramiro II el Monje. Las dos figuras portan, respectivamente, una espada y una maza ceremonial, y en sus vestiduras están representados los dos escudos que ha tenido Huesca a lo largo de su historia. En cuanto a los gigantes femeninos, son la Ansotana y la Fragatina, porque van vestidas con los trajes tradicionales de estos dos lugares del Alto Aragón, el valle de Ansó en el Pirineo y la localidad de Fraga, ribereña del río Cinca, al sur de la provincia de Huesca. A los cabezudos se les conoce como el Señorito, la Agüeleta, el Agüelo, el Negrito y el Inglés.
La Comparsa de Gigantes y Cabezudos realiza, en la actualidad, varias salidas durante las fiestas de San Lorenzo, del 9 al 15 de agosto, y participa también en el encuentro anual de las comparsas de gigantes y cabezudos de Aragón. En todos estos actos se acompaña con la música de los Gaiters de Tierra Plana. La Comparsa fue restaurada por completo en el año 2007 y recuperado uno de los dos caballicos, que estuvo años sin salir debido a su mal estado.